Es una enfermedad autolimitada y no suele exceder los 10 años. Se inicia normalmente en la infancia, para después mejorar paulatinamente una vez llegada la pubertad. Suele afectar más a niños que a niñas. Se suele asociar, aunque no siempre,a otras manifestaciones atópicas como dermatitis y asma.
Síntomas
Los principales son:
- Picor.
- Lagrimeo.
- Intolerancia a la luz.
- Irritación ocular.
Los síntomas suelen empeorar en los meses cálidos y tras cambios bruscos de temperatura, polvo, viento etc.
Manejo clínico usual
En la mayoría de los casos, la conjuntivitis vernal es benigna. En casos severos, se ha de detectar el alergeno que provoca la reacción, para decidir el tratamiento adecuado.
Cuando los procesos alérgicos se repiten a la largo del año, cabe otro tipo de tratamiento, como la inmunoterapia (vacunas). Su indicación debe plantearse de forma individualizada, previa determinación del origen de la conjuntivitis. Es más efectiva en niños y a ello se le une el conseguir detener la progresión del proceso hacia el desarrollo de asma.
De forma complementaria y en épocas de elevados niveles de polen, ácaros, etc., se deben emplear fármacos que alivien los síntomas como:
- Lavados y lágrimas artificiales para disminuir la sensación de picor ocular.
- Antihistamínicos, antiinflamatorios y corticoides, dependiendo de la gravedad de los síntomas.